La razón más común para elegir el país para estudiar es el deseo de quedarse y trabajar allí después tras finalizar los estudios. El desarrollo personal ocupa el segundo lugar, y la localización y el clima, el tercero. Por tanto,se puede apreciar la tendencia de que la economía tiene impacto en la popularidad de los países entre los estudiantes extranjeros. Pero la realidad no es tan bonita como parece. Vivir en el país extranjero puede acarrear muchas dificultades: choques culturales, barreras lingüísticas, incapacidad para entender la comunicación no verbal y las normas sociales ajenas o dificultades para organizar el día a día en un entorno diferente. Muchos psicólogos afirman que los estudiantes extranjeros se enfrentan a un mayor nivel de estrés debido a la deslocalización y a la diversidad de los problemas a los que tienen que hacer frente. ¿A qué se debe esto? Por un lado, estos estudiantes se quejan de la falta de asistencia por parte de la universidad; por otro, el personal de la institución de enseñanza superior cree que hace todo lo posible por ayudarlos.